Donde no llega el sonido,
Todo es silencio.
Donde no suena la música,
Habita el silencio.
Dónde no hay palabra que merezca la pena decir,
Reside el silencio.
Se cuela como humo por todos los rincones,
Cala como fría lluvia de invierno,
Y se mueren en los labios las sonrisas,
Cuando sinuosa y lentamente habla el silencio.
Fiel compañero de la tristeza,
Amante incondicional de la soledad,
Verdugo implacable de la risa,
Testigo mudo del desamor.
A él recurre, el cobarde,
El triste, el melancólico,
El que se enamora y se asusta,
Y el que aún rodeado de gente se encuentra solo.
El que en sus brazos me acoge,
Y me acuna hasta quedarme dormida,
El que hace mi dolor suyo,
Y me consuela cuando una lágrima cae por mi mejilla.
Más muchas veces es el silencio,
La palabra más adecuada, la mejor nombrada,
Es él, el que expresa sentimientos y miedos,
El que cuando todo está dicho..... habla.